martes, 22 de junio de 2010

NOTA DE PRENSA

NOTA DE PRENSA

Anaga sin jaulas marinas

En varias ocasiones, esta asociación se ha sumado a las advertencias sobre el tremendo impacto en el ecosistema de la zona marítima de Igueste de San Andrés, y sobre los pescadores y usuarios de sus playas (Igueste, Las Gaviotas y Las Teresitas corriente abajo) producido por las jaulas marinas instaladas en dicha zona, expresando nuestro profundo rechazo, tanto a dichas jaulas, como a la pretendida ampliación de las actuales instalaciones, respaldados por más de mil firmas recogidas en pocos días.

Desde entonces, y consecuencia de nuestros trabajos de documentación y contactos con partidos políticos y organizaciones ciudadanas, como PSOE, Ciudadanos por Santa Cruz, Diputado del Común, Tagoror de San Andrés, etc., disponemos entre otras, de la información aportada por la Concejala de Distrito Dª Sheila Trujillo, a través de la cual conocemos la sorprendente noticia de que, según estudio de Gesplan, las concesiones en dicho sector, que van desde el Barranco de Igueste hasta la Playa de la Cueva del Agua están FUERA DE ORDENACIÓN.  
El Ayuntamiento de Santa Cruz considera que desde el punto de vista de sostenibilidad, no existen razones para apoyar la existencia de una ZIA (Zona de Interés Acuícola) TIPO A (cultivo de todas las especies tipo), en el litoral de este municipio, máxime teniendo en cuenta la alta potencialidad de la Reserva Marina en proyecto. Además, de que ha de tenerse en cuenta que la existencia de polos acuícolas puede impedir la construcción de puertos deportivos, refugios pesqueros o emisarios submarinos en la zona afectada (recordamos que el polígono de Igueste está situado dentro de la zona IIA del Puerto de Santa Cruz y próximo al emisario de aguas no depuradas de Igueste de San Andrés, en cuyas cercanías fondean   numerosos barcos de gran tonelaje,
con sus correspondientes limpiezas de sentinas, operaciones de bunkering y eliminación de desechos fuera de control); así como afectar directa e indirectamente a un espacio de la Red Natura 2000, por lo que, el Servicio de Control y Gestión Medioambiental del Ayuntamiento, considera que el proyecto “Ampliación de Cultivo Marino de las especies bocinegro, corvina, medregal y almeja canaria“ debe ser sometido al procedimiento de evaluación de impacto ambiental.
También debe considerarse que las actuales instalaciones de cria y engorde en Canarias de peces carnívoros (dorada, lubina y corvina) en cautividad es una actividad altamente insostenible por la alta Tasa de Conversión (ineficiencia energética, ya que hacen falta hasta 5 kilos de pescados pelágicos para engordar un kilo del pescado de jaula).
Además del impacto medioambiental que puede suponer la simple presencia de las jaulas (eutrofizacióndel medio, atracción de especies oportunistas, tanto vegetales como animales, destrucción de sebadales, afección de aguas de baño,...) también pueden ocurrir accidentes con consecuencias impredecibles para los ecosistemas de la zona. El escape de ejemplares, debido a la rotura accidental o por sabotaje (ya ocurridos en Tenerife y La Palma) de las instalaciones, y dado que son especies inexistentes, muy depredadoras, en nuestras aguas de forma natural, provoca una elevada reducción de la población de especies que están por debajo en la pirámide trófica. En el caso de que se realizaran cultivos de especies carnívoras autóctonas – hoy en estado experimental – un escape provocaría la pérdida de diversidad genética, debido a que los ejemplares de cultivo han sufrido un proceso de selección donde se prima la capacidad de crecimiento en detrimento de la capacidad reproductiva. 
Paralela y recientemente, como todos sabemos, Ashotel ha expresado su rechazo más que justificado a las instalaciones de jaulas marinas cercanas a las playas, basándose en el estudio del Dr. Ángel Luque Escalona,  titular de la Cátedra en Gestión Ambiental y de los Recursos Marinos en Areas Litorales, de la ULPGC.   
La posición  de Ashotel ha originado una campaña mediática por parte de los acuicultores y de la propia Consejera de Agricultura y Pesca, Dª Pilar Merino Troncoso. Los argumentos que esgrime el Sr. García Barroso, en nombre de los acuicultores, son tan ridículos como comparar el impacto visual de los hoteles con el impacto de las jaulas sobre el mar; o decir que los escapes de peces de las jaulas favorecen a los pescadores, aumentando sus capturas, y otros inadmisibles disparates que pretenden justificar un tipo de actividad: la acuicultura, que, repetimos, es totalmente insostenible en cuanto se refiere al medioambiente marino, también importante pilar de nuestra industria turística.
Además, dice el Sr. García Barroso que en cada escape pueden perder entre  300.000 y 400.000 euros, comparando pérdidas económicas con un desastre ecológico dificilmente recuperable, pero no menciona las pérdidas sufridas por tantas familias de pescadores profesionales. También se atrevió a decir que la afección de las jaulas es totalmente reversible y que seis meses después de su desmantelamiento, el lugar recupera su estado anterior; todo ello sin citar ninguna fuente científica que lo avale. Y para mayor desatino, dice que las afirmaciones de D. José Fernando Cabrera, presidente de Ashotel “son fruto de la ignorancia“,  cuando éstas transcriben el informe de un científico de prestigio como es el Dr. Luque, intentando confundir de esta manera a la opinión pública. Tampoco la Sra. Merino toma en cuenta este informe y sus argumentos parecen ser exclusivamente economicistas. 
Frente a estas intencionadas omisiones, nosotros respetamos los informes de biólogos e investigadores acreditados, quienes son los que verdaderamente conocen el impacto ambiental y nos advierten del peligro de este tipo de instalaciones, sin que hasta el momento, ni por parte de los acuicultores, ni por el Gobierno de Canarias, se haya presentado ningún informe científico a la opinión pública, que contraste sus criterios.
Otros documentos en nuestro poder, tales como las conclusiones del informe elaborado en 1999 para el Ilmo. Cabildo Insular de La Gomera por los biológos marinos Natacha Aguilar y Oscar Monterrosso Hoyos, recomendaciones de la FAO, etc., advierten claramente que:
Las jaulas marinas producen perjudiciales concentraciones de nitrógeno, y los escapes de las jaulas pueden producir reproducción en libertad, pérdida de especies autóctonas, o cambios en la composición de las especies, como consecuencia de la competencia, depredación o degradación del hábitat; y contaminar y degradar  el patrimonio genético de especies autóctonas por la transferencia de genes. 
Se desconocen los efectos de la aplicación, sobre las poblaciones naturales y su repercusión en los humanos consumidores, de fármacos antriestrés, hormonas y antibióticos de amplio espectro, usados en los piensos para evitar posibles enfermedades debido al excesivo hacinamiento de los peces (hasta 20 kg/m3 de densidad de cultivo en las jaulas), como por ejemplo la butazolidona. Recordamos que D. Alberto Brito, catedrático de Zoología y Oceanografía Biológica de la ULL, advierte que los antibióticos conservan en el agua toda su potencialidad no siendo filtrados por los procesos de desalación. 
Estas razones y transmitir nuestras propias inquietudes y las de muchos ciudadanos, a quienes agradecemos su apoyo y  colaboración (destacando especialmente a D. Carmelo Barone, protector del mar), nos facultan para exigir que se retiren las actuales instalaciones de acuicultura en Igueste de San Andrés, ni en modo alguno se permita su ampliación. Asimismo, también exigimos al Gobierno de Canarias que cualquier comunicación, opinión o decisión que pudiera acreditar o permitir la permanencia o ampliación de estas instalaciones se ajuste a la ley (las actuales instalaciones están FUERA DE ORDENACIÓN), y que debían estar avaladas por un informe científico previo competente, sobre su impacto medioambiental, al cual pueda tener acceso cualquier ciudadano, sumándonos así a la petición que en este sentido ha remitido el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife a la Dirección General de Calidad Ambiental y Gestión Medioambiental, que queremos sea realizado por expertos de la Universidad de La Laguna.
Asimismo, exigimos que el Gobierno de Canarias de ninguna manera niegue el acceso al informe que se solicita, como le sucedió a ATAN cuando solicitó la información ambiental que avaló el Nuevo Catálogo Canario de Especies Protegidas, y que sólo obtuvo tras presentar un contencioso administrativo ante el TSJC, con fallo del 14.5.2010,  que ordena a la Consejería de Medio Ambiente a entregar toda la información solicitada.
Ahora, con la celebrada aprobación final por El Cabildo el 30 de Abril 2010, de la propuesta de zonificación para las Reservas Marinas de Interés Pesquero de Teno y Anaga (ésta última desde la Punta del Hidalgo hasta la Playa de Antequera),  hacemos constar que, ni las reservas ni los espacios limítrofes, son espacios estancos, cerrados o incomunicados, ya que son zonas sensibles a la transición de influencias mutuas, lo que pretende ignorar el Gobierno de Canarias, con su nuevo Catálogo de Especies Protegidas y con su permisividad hacia las instalaciones acuícolas fuera de ordenación, pretendiendo incluso autorizar la ampliación de las de Igueste de San Andrés. 
Por lo tanto, exigimos que el Gobierno de Canarias cumpla y haga cumplir nuestra Carta Magna, que en su Art. 51 “Ordena a los poderes públicos que protejan la salud, la seguridad e intereses económicos de los ciudadanos“ y establece en su Art. 45 “El derecho de todos a un médio ambiente adecuado y el deber de conservarlo

La Presidenta,
Lola Schneider
NOTA:
Para más información sobre este tema, contactar con nuestro portavoz, D. Inocente Esteban, teléfono 922821256 y móvil nº 699754787

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